jueves, 30 de diciembre de 2010

RABIA

Hoy, aunque hoy ya es ayer por lo tarde en que escribo, han sucedido cosas. Noticias, pequeñas noticias, que llegan y te zarandean las meninges haciéndote subir la bilis de la rabia y la incomprensión de los hechos noticiados. La bajeza, la cobardía humana sobrevuela la noche como volutas de humo. Y la desilusión de quien quiero me llena de tristeza. En este mundo, hoy y ayer y probablemente mañana siempre triunfa la maldad y la cobardía. Personas intrigantes, oscuras y ambiciosas populan por las calles donde camino. Los codazos duelen, pero duele mucho más la decepción de las personas y el incumplimiento de las palabras.

Siempre me pregunto cómo logré llegar en este mundo de ambiciones. Tengo mucho más claro porqué caí y porqué aún me mantengo. No quiero saber nada de personas que hacen de la ambición su modo de vida. Mi vida es otra cosa. Con su pan se lo coman, pero pienso defenderme y defender a los míos.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

El Canon digital

Menuda polémica tenemos liada con la ley Sinde y su parón en el Congreso. La red en pie de guerra y algunos del famoseo cabreados con el mundo por lo mucho que están dejando de ganar y lo malos que son todos aquellos que copian su música o sus películas. La palabra ladrón corre por la boca de muchos "creadores" como flechas envenenadas. Le están "robando" el producto de su trabajo.

Como creo que estamos ante un problema semántico habría que acudir al diccionario de la Real Academia para tratar de comprender la raíz del mismo. De esta forma, buscando el significado de la palabra ladrón podemos encontrar algo así como "persona que roba", lo cual tampoco nos aclara mucho. Es necesario seguir con una segunda derivada y ver que significa robar: "Quitar a alguien algo que tiene o le pertenece, sin su permiso, con violencia o con engaño". Esta segunda sentencia empieza a ser reveladora. Si yo he pagado por una canción o una película, de acuerdo con la definición de robar, podría hacer con ella lo que me diera la gana, porque esa canción, película o libro ya me pertenece a mí y puedo usarla y utilizarla como me dé la gana.

Donde sí se puede utilizar, sin duda alguna, la definición de robar es en la acción del cobro del canon digital. En esta acción, una serie de señores o asociaciones, se apropian de algo que no les pertenece y con la violencia que les otorga una ley a todas luces injusta ya que permite a un pequeñísimo sector de la población enriquecerse a costa de una amplia mayoría de personas sin contraprestación alguna. Y todo esto sin entrar en la presunción de inocencia que pregona nuestro ordenamiento jurídico. Los de la "cultura" y su gobierno presuponen que todo grabador de dvd va a servir para piratear y que todo disco duro va a servir para guardar copias pirateadas y por si a alguien se le ocurre piratear una canción, ellos cobran. Ellos cobran por los trabajos de tu empresa que guardas en un Pen. Ellos cobran  por las fotos que grabas en tu disco duro o en un Cd. Ellos cobran por los trabajos que imprimes en tu impresora. Ellos cobran por todo lo relacionado con sistemas de almacenamiento digital o reproducción de archivos por el sistema que sea. Según la wikipedia se están embolsando más de 60 Millones de euros por el famoso canon a costa de empresas y personas. Pero claro, esto les parece poco. Ahora quieren dar una vuelta de tuerca al sistema de extorsión. Y todo ello sin entrar en lo que nos cuesta a los ciudadanos vía subvenciones todo este mundillo del famoseo para mantener no sé qué industria de la cultura de la que unos pocos viven de maravilla. 

El famoso canon digital lo que ha conseguido es que muchas personas justifiquen totalmente y con razón, las copias piratas a través de la red. Aquí siempre se quiere barrer para el mismo lado y encima se enrabietan los señoritos de la cultura porque le tumban su ley Sinve(rgüenza).

A mí me parece totalmente legítimo que todo el mundo cobre por su trabajo, pero que empiecen a cobrar antes de trabajar y algunos sin trabajar siquiera, parece bastante abusivo. Ya que tenéis tanta imaginación para hacer bodrios de películas, ¿porqué no le echáis imaginación y planteáis un sistema de distribución de obras que sea justo para todos?. Un sistema que sea ágil y eficiente. Barato y sin extorsión para los consumidores. Que se pague por lo que se recibe y que cada autor ponga a su obra el precio que quiera. Un sistema donde las nuevas tecnologías sustituyan de una vez a los caducos circuitos de comercialización que lo único que hacen es enriquecer intermediarios y encarecer el producto. Un sistema donde la Sgae no extorsione a las peluquerías ni a los conciertos benéficos, ni pretenda cobrar por obras cuyo autor murió hace más de cuatrocientos años. Un sistema donde el autor viva de lo que venda y no de las subvenciones que pagamos entre todos. 

Si tenéis narices, echadle imaginación y proponednos este nuevo sistema. Mientras tanto devolved el dinero que nos robáis por el canon digital.


martes, 21 de diciembre de 2010

La jubilación a la edad del garrote

Y ahora las pensiones. Aquí es que no pasa un día sin que alguien nos dé un susto. De momento parece que no peligran, pero tal como está el patio, cuando muchos de nosotros vayamos a cobrar, con la pensión nos tendrán que regalar un garrote, no para darle al gobierno en la cabeza, sino para poder salir a pasear porque las articulaciones ya no estarán para nada. Después de años de derroches y de viva la pepa, todo lo que se le ocurre a estos lumbreras es proponer la jubilación a los sesenta y siete años. Además, así. Sin vaselina. ¿Para eso necesita el gobierno tantos asesores? Se podrían haber estrujado un poco más la meninges para buscar una solución más imaginativa.

No estoy a favor de la medida. Tampoco en contra. Sencillamente digo que el tema habrá que estudiarlo un poco más a fondo. Sin duda alguna, antes de no cobrar nunca la pensión, prefiero cobrarla a los ochenta años, pero entonces el planteamiento de las pensiones debería ser otro. Que no nos retengan nada por este concepto  y cada uno que se busque la vida. Por otro lado, si el trabajo que hay es el que hay y no somos capaces de cambiar el modelo para que genere más y más productivos empleos, puestos a trabajar, mejor que trabajen los hijos que están jóvenes y con muchas ganas, en vez de los padres. Le pasamos la alternativa y a partir de los treinta y cinco (creo que está bien a esa edad) el padre cede el puesto al hijo y se cambian las tornas. Es el hijo el que paga los gastos al padre y no al revés.

Creo que el problema no es de edad, sino de modelo. Lo de Madoff puede ser un juego de niños al lado del sistema de la seguridad social. Tenemos un sistema piramidal. Los que van entrando por la base tienen que ser más que los que hay en la parte de arriba para que se sostenga el modelo. Muchas de las más grandes estafas de la historia han estado basadas en este mismo sistema.Se trata de potenciar la entrada de muchos pardillos para que con su contribución sostengan a los que entraron anteriormente. Cuando se trata de estafas, la entrada de nuevos "contribuyentes" se incentiva pagando altas remuneraciones o elevados tipos de interés. En el caso de los sistemas públicos de pensiones la entrada es obligatoria por ley. El sistema es estupendo mientras las cosas van bien. Lo que pasa es que el crecimiento perpetuo no existe. En algún momento la base se estrecha hasta tal punto que la pirámide no se sostiene de pie y entonces sucede la debacle.

Desde mi punto de vista, el sistema tiene otra serie de fallos que están relacionados con la concepción política y social que cada uno tenga de la vida. Es un sistema de reparto. Muchos pagan y pocos reciben. Y así funciona. Lo que pasa es que los que cobran pueden llegar a tener la percepción de que lo que reciben no es suyo, sino de quien lo está pagando en ese momento y algún político puede tener la tentación de jugar con este concepto en rédito de sus intereses electorales. Sucede además que hay personas que cobran del sistema sin haber contribuido jamás, agravando la ineficiencia del mismo. Yo no me opongo (faltaría más) a las pensiones no contributivas, lo que digo es que las mismas no deberían salir de la caja a la que todos aportan. No voy a entrar en el problema de las bases de cotización elevadas para pensiones que en nada se corresponden a la contribución que uno ha hecho durante su vida. Al fin y al cabo es un sistema forzado e ineficiente.

Todos estos movimientos que se están produciendo ahora, alargamiento de la edad de jubilación, mayor periodo de años para el cómputo de la pensión, no son más que puntales en un sistema inestable que en sí mismo no es  más que un mal calco de una gran estafa.

Es cierto que un modelo de este tipo no se cambia de la noche a la mañana, pero en algún momentos habría que comenzar con el cambio. Señores políticos y asesores de los políticos, si para que yo pueda cobrar MI pensión tienen que subir la edad de jubilación, háganlo, pero por favor, que mi hijo no vaya a tener el mismo problema dentro de treinta años porque unos políticos ineficientes no supieron hacer su trabajo.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Ley Sinde

Antes de nada, declaro mi desconocimiento sobre la ley Sinde. Por referencias conozco lo que todos podemos conocer de cualquier tema en el que no somos expertos, por eso mi opinión no puede ser sobre la ley en sí misma sino sobre lo que en ella subyace. Hoy leo en prensa que un largo número de páginas de internet, como protesta ante la previsible ley, han cerrado y son inaccesibles a los internautas. Si tratas de entrar en ellas, te redireccionan a otra página donde informan y opinan sobre la famosa ley, sus orígenes y sus consecuencias. 

En la guerra entre autores y consumidores de cultura y otras materias no sé quien tiene razón, lo que sí sé es que no se le pueden poner puertas al campo. Está clarísimo que quién trabaja tiene todo el derecho del mundo a cobrar por su trabajo, pero también es cierto que los avances tecnológicos son imparables y no tienen vuelta atrás. Solamente el que tiene capacidad de adaptación, sobrevive a los nuevos tiempos. Hay trabajos, profesiones, negocios, que surgen con mucho vigor en algún momento y que en unos años han desaparecido de nuestras calles y del mundo empresarial. Seguro que muchos ni recuerdan ya, cuando había que ser socio de un videoclub para poder retirar películas. Hubo una época en la que proliferaban en las calles los videoclubs o las tiendas de revelado de fotos. Ambos negocios son difíciles de encontrar hoy día por el simple motivo de que han aparecido servicios y productos más cómodos y más baratos para el consumidor. Los valientes conductores de diligencias del oeste pudieron poner todas las trabas, físicas o legales, al ferrocarril, pero al final desaparecieron. Y el ferrocarril solamente permanece hoy por su capacidad de mutación para convertirse en AVE. 

Con los medios tecnológicos de que disponemos hoy día, nadie va a salir a la calle una tarde lluviosa de invierno a buscar una película para verla en casa, ni va a pagar 20 € por el dvd de la misma. Alguien, en algún momento encontrará la forma, pagando o sin pagar, con ley o sin ley, de conseguirla cómodamente en su casa. La empresa que consiga dar ese servicio, triunfará.

Lo que no consigo entender es el miedo de los autores a las nuevas tecnologías. No son ellos los que tienen que perder con las nuevas formas de distribución, sino la cohorte de negociantes que los rodean y que viven expléndidamente a  su costa. Hoy en día no es necesario ningún soporte físico para distribuir muchas de las obras que genera la cultura. ¿Porqué no las puede distribuir directamente el que las genera? El autor que lo consiga verá incrementados sus ingresos de forma importante y no tendrá que contar entre otros, con parásitos como alguna sociedad que se llama de autores.

Las puertas en el campo siempre terminan por desaparecer.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Decide tú

Llevo una semana que no paro de viajar. Es una sensación extraña. Cada día en una parte diferente de Andalucía celebrando reuniones que, en muchos casos, parecen no servir para nada, pero al menos se conoce gente. En una de estas reuniones, hablaban sobre un tercero, dos personas relacionadas con la política. Resulta que por diferentes motivos los dos lo conocían. La persona en cuestión era o había sido alcalde, por lo que era muy conocido en su pueblo. Para mí la conversación carecía de interés hasta que en un momento de la misma uno le dice al otro: " a fulanito le ayudé yo a ser alcalde, es más lo hice alcalde yo". En ese momento aumentó mi curiosidad de forma exponencial. ¿Cómo es posible que en la España actual una persona hiciera alcalde a otra?. Yo pensaba que los tiempos de la dictadura habían quedado atrás hace ya treinta y cinco años. Pero resulta que no. En pleno siglo XXI, en una España democrática un señor hacía alcalde a otro. Pensaba que esto era fruto de  las urnas, pero resulta que no. Aunque no lo entendía, la explicación llegó enseguida. Uno de los hablantes había sido en otra época la persona responsable de elaborar las listas para las elecciones municipales de un democrático partido y había puesto al alcalde de la historia como cabeza de lista de su partido. El misterio se aclaró. En realidad los electores deciden el sentido del voto, pero los alcaldes sin lugar a dudas, los eligen los partidos. Los ciudadanos sólo deciden los partidos que gobiernan. Los partidos que gobiernan deciden todo lo demás, incluida la persona que puede llegar a ser alcalde. 
He hablado muchas veces con militantes políticos sobre la conveniencia de las listas abiertas y la gran mayoría están en contra. Piensan que el pueblo es imbécil. Que no está preparado y que las listas abiertas generarán ingobernabilidad en las corporaciones. En el fondo no creen en la democracia, sino en la partitocracia. Que decidan las élites. El pueblo no está preparado. 
Pues bien. Después de más de treinta años de democracia, ya está bien de listas cerradas. Los ciudadanos no tenemos porqué tragarnos los sapos que los secretarios de organización de los partidos incluyen en las listas. Los elegidos deben de responder ante los electores y no ante los partidos. Ya es hora de que los grandes partidos empiecen a creer en la democracia y si al menos no creen en ella, que nos la dejen ejercer al pueblo. 

viernes, 3 de diciembre de 2010

Basta de Chantajes

Me pongo a escribir indignado. Quizás no sea el estado más apropiado para escribir ni para hacer ninguna otra cosa, pero también es cierto que en un estado de indignación las palabras fluyen con más agilidad aunque no sean las más correctas.
De camino a casa oigo en la radio que la mayor parte del espacio aéreo español está cerrado por una huelga encubierta de controladores (¡otra vez los controladores, siempre los controladores!). Hay cientos de miles de personas atrapadas en los aeropuertos e incluso atrapadas dentro de los aviones. Nadie los atiende ni les da respuesta porque de nadie es la culpa. Para las compañías aéreas es un caso de fuerza mayor y por lo tanto no son responsables. Aena, desbordada. Y los controladores a lo suyo, a fastidiar lo máximo que puedan. Me da igual que trabajen mil horas o diez mil. Me da igual que les bajen el sueldo un cinco por ciento o un cincuenta. Sencillamente es inadmisible que en fechas clave como ésta unos cuantos señores, en este caso con fama de casta privilegiada, puteen vilmente a miles y miles de ciudadanos.

Y los políticos, ni saben ni contestan. ¿Cuándo se van a decidir a cumplir la ley y promulgar una ley de huelga como manda la Carta Magna?. El artículo 28 de la Constitución en su punto 2 dice lo siguiente:

"Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. La Ley que regule el ejercicio de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad."

¿Dónde está la ley que garantiza los servicios esenciales de la comunidad? Han pasado treinta y dos años desde que se aprobó la Constitución y ningún gobierno, ni de izquierdas ni de derechas se ha atrevido a plantear esa ley, saltándose a la torera el mandato de la Constitución. Todos tienen miedo a los sindicatos. Unos sindicatos clasistas y que sólo defienden sus propios intereses. Otra prueba más del alejamiento de la casta política de lo que interesa a los ciudadanos. Y mientras tanto esta España nuestra tiene que aguantar que los controladores o los pilotos se pongan en huelga en el puente que más daño hacen. Todos tenemos que aguantar que la huelga de basuras en los pueblos costeros se plantée el quince de agosto y que las huelgas de autobuses urbanos se hagan en las fechas señaladas que más daño hacen. Estamos cansados, realmente cansados, de que aeropuertos, trenes, autobuses, metros y tantas y tantas otras cosas se paren cuando más daño hacen a todos. Priman los derechos de unos pocos sobre los intereses de muchos muchos.

¡Ya está bien de aguantar esto! Los curritos de a pié tenemos que exigir a los políticos y a los sindicatos esa ley de huelga a la que se refiere la Constitución. No podemos permitir que miles de personas estén a esta hora secuestradas en un avión sin poder volar porque unos señores dicen que trabajan mil seiscientas horas al año (echad cuenta de las que trabajamos cada uno). ¡Pobrecitos!