sábado, 18 de junio de 2022

¿Europa?

 La economía me tiene últimamente muy despistado. Este brutal incremento de la inflación de forma tan rápida,no termino de entenderlo. Y que no me cuenten que es por la guerra, porque la escalada de precios ya había comenzado un tiempo antes de que los rusos se pusieran farrucos. La guerra ha acelerado el proceso, pero no es la causa. En mi corto conocimiento de andar por casa hay una cosa que en los últimos años me venía preocupando y a la que nadie parecía darle importancía. Los Bancos Centrales, al menos de EEUU y de Europa se han hartado de comprar deuda pública para financiar los déficits de sus respectivos paises. Según lo que yo puedo entender, este hecho no ha sido otra cosa que, como antiguamente se decía, darle a la maquina de hacer billetes. Como estabamos en pandemia, para evitar otros problemas, había que dopar las economías para que los gobiernos pudieran hacer frente a los gastos de tanta locura. Pero esa actuación nos ha debido de llevar a un incremento artificial de la masa monetaria que al final, como la teoría económina precide, ha estallado en un proceso inflacionista brutal. Más dinero circulando para comprar los mismos bienes, incremento de precios asegurado.

Según yo puedo entender, los Bancos Centrales nos han metido en un lío fenomenal y ahora no saben, o no quieren o no pueden arreglarlo. La teoría dice que para controlar la inflación hay que subir los tipos de interés, pero si suben los tipos de interés paran la economía. Además en algún momento tenían que dejar de comprar deuda, pero en cuanto lo han hecho ha aparecido nuestra prima de riesgo y ahí anda el BCE inventándose un mecanismo antifragmentación para tratar de controlar la famosa prima. Por otro lado la Comisión Europea, o a quien le corresponda. suspende las reglas de déficit y deuda hasta final de 2023. O sea más leña al fuego. Seguimos incrementando los déficits, déficits que hay que financiar. Financiación que probablemente termine haciendo el BCE. Más lío.

Hasta hace poco Europa era una garantía de rigor a la que muchos nos aferrábamos para que los estados trataran de hacer bien las cosas. Pero esta no es la Europa que nos habían vendido. Si Europa pierde el rigor, ¿para qué la queremos?


domingo, 15 de mayo de 2022

El tren

 


Tengo ya muchos años, pero aún recuerdo que cuando era pequeño los niños subían al Cerrico de la Cruz de Talará a buscar cojinetes. Tener un cojinete era tener un tesoro. Se construían unos carricoches que eran las delicias de los críos. Con el tiempo me enteré que los cojinetes procedían de la línea de vagonetas que enlazaba Durcal con el puerto de Motril como anticipo de una posible línea de ferrocarril que en algún momento debería construirse. Con el tiempo las vagonetas desaparecieron y el ferrocarril nunca se construyó.

Hoy acabo de leer en el periódico Granada Hoy una nueva noticia sobre el proyecto del tren Granada-Motril. (https://www.granadahoy.com/granada/proyecto-tren-Granada-Motril-Puerto-recorrido-tunel-tiempo-viaje_0_1682232524.html). Esto no es nuevo y yo no soy optimista en cuanto a estas noticias. Se acercan elecciones y hay que animar al personal, pero se pierden en la lejanía de los tiempos los primeros proyectos de dicha línea sobre los que se ha ido produciendo una frustración sobre otra. Después de tanto fracaso, a los granadinos nos cuesta creer en la veracidad de estas noticias. Nunca hemos conocido políticos de fuste que defiendan esta tierra y sean capaces de sacar adelante proyectos de esta envergadura. Hace ya cuarenta años del Ave a Sevilla y en Granada seguimos teniendo el único puerto sin acceso a una línea de ferrocarril. Parece que Granada queda demasiado lejos de Sevilla.

No obstante el pesimismo anterior, nunca hay que desfallecer y si hay alguna posibilidad hay que seguir intentándolo.

Según he leido, aunque no sé si he leido bien, el proyecto plantea un recorrido directo entre Granada y Motril a realizar en 30 minutos, que discurre en un 60% entre túneles y viaductos, pero sin realizar ninguna parad intermedia. A los ejecutores de este proyecto se les ha debido olvidar  que el único espacio que hay entre la Costa y Granada es al Valle de Lecrín. En el apartado de DEMANDA escriben el siguiente párrafo: "Aunque la limitación de estaciones intermedias para el Corredor reduce a sus extremos la potencial demanda de viajeros" De entrada dan por hecho que no se pueden hacer estaciones intermedias y no cuentan para nada con esa posibilidad.

Yo sólo conozco del proyecto las noticias de prensa, pero no puedo creer que no haya un punto en todo el Valle para poder construir una estación intermedia que dé servicio de ferrocarril a todos sus núcleos de población. Hablan de las dificultades técnicas, del desnivel que hay que salvar, de la orografía del terreno. Después de construir el Ave a Málaga con un desnivel a salvar parecido, no me creo que no haya soluciones para esto. 

¿Alguien se imagina lo que podría ser para el Valle disponer de ferrocarril? Poner el Valle de Lecrín en el mapa. Granada a 15 minutos. Motril a 15 minutos. La Universidad a un paso. Comunicaciones eficientes. Poder vivir en el Valle y trabajar o estudiar en Granada o Motril sin la esclavitud del coche. Incremento de residentes. Rehabilitación de viviendas. Adios a la España vacía. 

El Valle no puede dejar pasar esta oportunidad. Si alguna vez cae la breva y alguien se equivoca y decide realizar el proyecto, esa línea no puede pasar de largo, hay que pararla en el Valle.

En el siglo XIX y principios del XX la introducción del ferrocarril fue el mayor factor de progreso para los lugares que tuvieron la suerte de contar con él. ¿Y si en el siglo XXI nos tocara a nosotros? Hay que buscar cojinetes. Los responsables del VAlle deben aportar sus cojinetes y entre todos conseguir que si esa línea se construye, tenga su parada en el Valle.


miércoles, 30 de marzo de 2022

El método del caso

 Uno de los métodos de enseñanza más usados por las escuelas de negocios desde hace tiempo es el método del caso. En mis años laborales, no fueron pocos los seminarios y cursos a los que asistí y en muchos de ellos ya se usaba este método. En realidad consiste en escojer un caso real relacionado con la materia que se está estudiando y hacer un análisis de cómo se desarrolló realmente para tratar de aprovechar los aspectos positivos y las equivocaciones que se cometieron extractando unas conclusiones a luz de la materia estudiada.

No sé por qué estos días me ha venido a la mente un acontecimiento que viví hace tiempo y lo he relacionado con el método del caso. En realidad no es un caso empresarial ni un hecho que merezca un estudio concienzudo, pero si es una anecdota real que explica de forma tremendamente visible como se gestionan algunas empresas y qué es lo que no hay que hacer en ningún caso.

Hace años, quizás demasiados años ya, tuve la suerte de participar en una competición semideportiva llamada Raider Trophy. Participaban en ella equipos de empresas formados por cinco personas en las que se realizaban pruebas de orientación, carreras nocturnas, descenso de ríos, tiro con arco... y muchas más. Eran varios días intensos de competición donde el agua y el barro eran peremnes compañeros de partida. Mi equipo, el número 28 quedó en un honroso decimo noveno puesto de unos cuarenta grupos participantes. Bien es cierto que en la edición del año siguiente quedamos los terceros.

Una de las pruebas de la competición consistía en que cada equipo de cuatro personas debía atravesar un pantano en una lancha neumática a remo de los participantes. Mi equipo estaba en la orilla esperando a participar. Los equipos se subían en su lancha, remaban y cada uno tardaba en atraversar el pantano lo que buenamente podía. En un momento determinado uno de los equipos coge su lancha. se suben los contendientes. Dos de ellos se sientan en uno de los laterales de la lancha y los otros dos se colocan al otro lado, pero con la salvedad de que uno de ellos en vez de sentarse en el lateral, por miedo o por cualquier otro motivo que desconozco, se sentó en el mismo suelo de la lancha. De pronto se ponen a remar como locos, todos a una, en equipo, tratando de tardar el menor tiempo posible, pero la lancha en vez de avanzar, daba vueltas sin sentido y a un ritmo frenético. ¿Cual era el problema? El participante que estaba sentado en el suelo de la lancha neumática, entre que estaba en el suelo y no era de mucha estatura, no conseguía hundir su remo en el agua, con lo cual, movía mucho el remo pero no hacía ninguna fuerza y como los del lado contrario sí hundían con fuerza, el efecto era un giro desbocado. 

A lo largo de mi vida laboral han sido muchas las veces que me he encontrado con algo parecido. Todo el personal trabajando día y noche cómo locos, dedicando su mayor inteligencia y sus mejores horas a lo que se les pedía y el trabajo raramente avanzaba porque lo que unos construían otros lo deshacían y todos trabajando con la mejor voluntad. Eso, sí. El equipo siempre termina quemado.

Y aquí viene el análisis del caso. ¿Qué tenían que haber hecho los de la barca? Pararse. Levantar la vista del remo y observar que la barca no avanzaba. Organizar el equipo de forma que el que estaba sentado en el suelo viera que no era su sitio. Distribuir mejor el equipo, cambiando de lado al más fuerte. Coordinar las paladas. Quizás, tener a alguien que pudiera dirigir. En fin, ...

Que cada uno analice su caso

jueves, 30 de diciembre de 2021

La Reforma laboral

 Acaban de aprobar la reforma de la contrarreforma laboral. No soy laboralista y todas las noticias que tengo al respecto son de la prensa. Pero parece que todo el mundo contento. Los del Ibex pletóricos porque no les tocan lo esencial. En el fondo esto va poco con ellos. Me da que algunos ejercen poco de empresarios. Los sindicatos, gente que nunca ha trabajado y que tiene todos sus derechos plenamente asegurados, recuperan un poquito de su poder para poder seguir justificando la mamandurria y mantener algunos afiliados de forma que las subvenciones que reciben tengan algún fundamento. Los socialistas y sobre todos los comunistas ya tienen su titular para pedir más votos. Lo dicho, todos contentos. 

Esta ley acaba con la precariedad en el empleo. Por decreto, todos los trabajadores tienen que tener un contrato fijo. Salvo en la Administración, dónde a veces te contratan hasta por días y a los profesores los despiden en julio para no pagarles las vacaciones, se acabaron los contratos temporales. Visto individualmente desde el punto de vista personal, esto es estupendo. Cada trabajador que tenga trabajo va a tener un puesto fijo. Va a poder planificar su vida. Pedir una hipoteca. Gestionar sus gastos a largo plazo. Realmente es lo que debería de ser. No sé cómo no se le ocurrió antes a nadie. Obligamos a hacer fijo a todo el mundo y ya no hay precariedad. 

La ley va a obligar a hacer contratos fijos, pero lo que no puede hacer la ley es obligar a contratar a ningún trabajador. Nadie se pregunta, ni se discute en ningún sitio, por qué los empresarios no hacen contratos fijos cuando en realidad sería lo mejor para el trabajador y para la empresa. Y ahí está el problema. Bajo mi experiencia de empresa, no se abordan los problemas en serio y sólo se plantean bajo el prisma de la demagogía. Ni todos los empresarios son malísimos ni todos los trabajadores buenísimos. digamos que hay un poco de todo en ambas partes. El despido es difícil y caro y si te equivocas al contratar a una persona te casas con él para toda la vida o te arriesgas a un divorcio traumático. Si un trabajador no quiere o no puede adaptarse a nuevas circunstancias en la empresa te tienes que embarcar en un proceso legal traumático para jusficar, si es que lo justificas, que no te sirve, generando un mal ambiente en empresas que en muchísimos casos no pasan de los 10 trabajadores. 

La ley no aborda el problema. Si quieren contratos fijos, desde luego los van a tener, porque para eso tienen el BOE. Lo que no sé es si van a tener contratos. Ante la duda de contratar o no contratar, la decisión es no contratar. 



 

jueves, 24 de junio de 2021

Qué hacer por el futuro


Desde hace mucho tiempo me he preguntado muchas veces por qué la Alpujarra es tan conocida en España y el Valle de Lecrín, con similares características y mejor ubicación, apenas se le conoce en Granada. A pesar de ser paso obligado para ir a la costa muchos granadinos raramente conocen los nombres de nuestros pueblos y mucho menos su ubicación. También me he preguntado con frecuencia por qué no hemos sabido poner en valor todo aquello de bueno que tenemos. Pensé que para plantear qué hacer en el futuro deberíamos tratarlo como si fuera una empresa y quizás un buen punto de partida fuera hacer un análisis DAFO del Valle para ver de dónde partimos y con qué podemos contar.

La palabra DAFO es un acrónimo muy usado por los consultores en sus trabajo diario. En muchas empresas y administraciones cuando se analiza la situación de la organización es totalmente usual incluir en el informe un análisis Dafo para valorar la situación actual y hacer una proyección de donde se quiere y se puede estar en el futuro. El DAFO es un informe donde se analiza la situación interna y externa de la empresa y para cada una de ellas se analizan o se detallan los puntos débiles y fuertes de la misma tal y como se refleja en el esquema siguiente:


Este informe nos permite conocer que aspectos o situaciones debemos evitar y cuales son aquellas en las que nos vamos a apoyar y debemos potenciar.

Investigando un poco encontré que pueblos y comarcas como Salobreña, el Arahal, Cacabelos o la Serranía de Ronda, entre otros muchos, habían hecho su análisis Dafo y estaba publicado en internet. De la lectura de estos informes me di cuenta de que muchos de los puntos incluidos en sus diferentes apartados, en mi opinión, podían ser coincidentes con la situación del Valle. Yo no voy a hacer aquí una enumeración exhaustiva de los puntos que he incluido en cada uno de los apartados, entre otras cosas, y dado que hay muchas debilidades y amenazas, alguien me podrían tratar de derrotista y nada más lejos de mi intención. Creo que si hacemos este análisis es para proyectarnos con fuerza hacia un futuro de ilusión pero con una estrategia clara y perfectamente definida.

En muchas circunstancias las debilidades son fortalezas mal gestionadas y las amenazas, con inteligencia,  se pueden convertir en oportunidades. Si decimos que tenemos la debilidad de no haber puesto en valor nuestro patrimonio cultural es porque tenemos un patrimonio que podemos poner en valor. Si decimos que una amenaza es la sequía tenemos la opotunidad de gestionar bien los recursos hídricos de que disponemos para hacerlo mejor que el resto. Por esto quiero escribir en positivo.

Haciendo un análisis de las oportunidades podemos observar varias tendencias que están de moda. Que son el futuro, casi presente ya y a las que hay que engancharse ya que disponemos de la materia prima necesaria. Las sociedades del futuro ya están apostando sin duda por los cinco hitos que señalo a continuación:

  • Ecología y Medio ambiente
  • Turismo Rural y gastronomía
  • Ocio y Deporte
  • Nuevas tecnologías
  • Comunicaciones
Además en España, con un poco de suerte, lo de la España vaciada deja de ser un recurso político de moda para convertirse en una puesta política seria que apoye las regiones y los pueblos que de verdad lo necesitan

Es verdad que todo el mundo está en esto, pero el Valle tiene unas fortalezas que, si sabemos aprovecharlas, podríamos cambiar el estado de apatía actual por una situación boyante basada en un turismo muy especial, en una agricultura semiecológica integrada con el turismo y en una apuesta por las nuevas tecnologías que articule el cambio que se propone. 

Hay comarcas y regiones que en una apuesta de futuro han sabido transmitir su imagen y que todo el mundo las conozca por algo muy definido. El Camino de Santiago o la Costa del sol son referentes mundiales en su género. Otros lugares, a otro nivel, están trabajando para que se les conozca por una fortaleza a la que se han agarrado. El valle del jerte es conocido por sus cerezos. La Rioja está desarrollando cada vez con más fuerza un turismo enológico. El cabo de Gata en Almería se ha posicionado en un turísmo ecológico basado en la virginidad de sus lugares. Mérida hace tiempo que puso en marcha su festival de teatro clásico y ya está trabajando para que sea declarado patrimonio de la humanidad

El Valle, sin duda, tiene que en contrar su sitio. Y hay que elegir un objetivo y luchar por conseguirlo. Con las fortalezas de que disponemos, yo vería dentro de 25 años un Valle libre de emisiones porque la mayor parte de su energía consumida procedería de energías limpias. Un valle referente en la gastronomía granadina, basada en productos ecológicos y tradicionales. Un Valle donde unas mejores comunicaciones y desarrollo potente de las conexiones de internet habrían propiciado que un número importante de profesionales de diferentes materias y disciplinas lo habrían elegido como su residencia familiar y de trabajo  basado en un teletrabajo cada vez más introducido en la sociedad. Un valle con un turismo activo y de calidad. Se trataría de hacer del Valle un referente en ecología, gastronomía tradicional y lugar de residencia de trabajo para todos aquellos profesionales que pudieran hacerlo a distancia. Puestos a soñar me gustaría que el Valle de Lecrín dentro de 25 años fuera conocido y reconocido por ser una tierra ecológica donde las tradiciones, el hombre y la naturaleza se hubieran fundido para ser un referente en la gastronomía tradicional granadina y donde un turismo selectivo, deportivo y de calidad se hubiera integrado con el paisaje de nuestra tierra. Para conseguir esto hay que ponerse a trabajar y poner en marcha proyectos que empiecen a mostrar al Valle como referente en aquello que quiere conseguir. Lo que sí es cierto es que cualquier proyecto que se ponga en marcha, para que sea posible, debe aportar rentabilidad económica o social, o ambas a la vez. 

Acciones a poner en marcha:

  • Ecología:
    • Depurar las aguas. Es fundamental recuperar los ríos y acequias. No podemos ser ecológicos sin tener unas aguas cristalinas en nuestros ríos donde los niños puedan volver a bañarse como cuando éramos críos. Donde se pueda practicar la pesca y donde se puedan beber sus aguas como hacían nuestros antepasados. Además, si se quiere aprovechar el pantano las aguas tienen que estar impolutas. Tenemos ríos de alta montaña casi llegando al mar, aprovechémoslos.
    • El valle tiene viento y sol aptos para las energías renovables. Hagámos un valle sin emisiones. Potenciemos la instalación de este tipo de energías para poder vender un valle limpio y ecológico. El único valle ecológico de España.
  • Hay que poner en valor la agricultura. 
    • Nuestros olivos son centenarios, pero poco a poco van desapareciendo porque su producción de aceituna es inviable. Hay que buscarles otro tipo de rentabilidad. Podríamos proponer un sistema de adopción de árboles y venderlo a nivel nacional. "Adopte un olivo de 300 años", visítelo una vez al año y llévese su aceituna.
    • Se podrían alquilar huertos para aquellas personas que le guste la agricultura. Tendrían su espacio de terreno para cultivar y tener sus propios naranjos. Podría ser una forma de mantener activo nuestro campo.
    • El cultivo de las naranjas, a pesar la buena marca que existe en Granada (Naranjas del VAlle), cada vez va a menos. Los precios de venta al por mayor no pagan el coste de producción. Puesto que los costes no se pueden rebajar más hay que incrementar los ingresos buscando nuevos circuitos de venta. Se podría implantar la venta de naranjas por internet. En muchos sitios de España hay agricultores que lo están haciendo. De esta forma se podría elevar el precio de venta y se podría conseguir salvar los naranjos del Valle.

  • Potenciación de un turismo activo integrado con la gastronomía y el deporte. Las personas normalmente viajamos para ver otros paisajes, para conocer otras culturas, para descansar o hacer deporte y para probar otras comidas.
    • Hace un par de años estuve en Guaro. Alli se celebra el festival de la luna mora. Celebran festivales. Hay mercadillos medievales y en la noche, el pueblo se alumbra con miles de velas. Es un espectáculo fantástico. El Valle debería tener un hito turístico conocido a nivel internacional. La historia y la leyenda cuentan la relación de Soraya y Muley Hacen con el Valle. Se podría preparar una representación teatral basada en la historia de estos personajes, que se representaría varias veces al año en lugares que podrían ser emblemáticos. La podrían representar grupos de teatro aficionados y personas de los pueblos. Al hacerlo varias veces al año, se evitarían aglomeraciones incómodas para los asistentes y para los habitantes de los pueblos y se podría mantener un flujo de visitantes interesante.
    • Creo que es fundamental poner en valor los castillo árabes de Soraya en Mondujar y la Lojuela en Murchas. Considero necesaria la reconstrucción de estos Torreones o castillos como referentes de nuestro pasado cercano. Una vez reconstruidos se podrían dedicar a centros para potenciar la gastronomìa. Se podrían organizar cursos de cocina tradicional. Enseñar a preparar postres y licores relacionados con los cítricos. Organización de eventos de pocas personas. Etc.
    • Aunque en esto creo que se está avanzando hay que seguir con la definición y el señalamiento de rutas para conocer el Valle, así como establecer una estrategia conjunta y a largo plazo para la venta de este producto. Hay que buscar profesionales que muevan las redes sociales. Hay que establecer campañas predefinidas y periódicas para dar a conocer el VAlle y todo lo que encierra. ¿Por qué no trabajar el Seo?. Las empresas lo hacen para incrementar las ventas
    • En Ronda organizan los 101 km. Carrera que atrae a multitud de deportista y gente para verla. Yo apostaría por diseñar una competición de este tipo que fuera atractiva para deportistas con el objetivo de dar a conocer las posibilidades del VAlle para el deporte 
    • Crear la marca del Valle para vender de forma conjunta todas las viviendas rurales que poco a poco se van creando estableciendo una oferta única, potente y con unos estándares de calidad definidos.
  • Comunicaciones y tecnología
    • Es fundamental disponer de una Excelente conexión a internet. Habría que conseguir el despliegue de fibra física o aérea (que lo vean los técnicos). El Valle está bien situado entre Granada y la costa. Hay cantidad de viviendas vacías. El clima puede ser agradable y el entorno atractivo. ¿Porqué no intentar conseguir que sea la residencia de profesionales que puedan trabajar a distancia? En el mismo día podrían esquiar en la Sierra,  bucear en la Herradura y dar un paseo entre caminos de azahar. Pero para ello es fundamental una excelente conexión a internet y una oferta de viviendas que hiciera remozar las casas de nuestros pueblos.
    • Las comunicaciones. Que  el Valle esté bien situado, no quiere decir que tenga buenas comunicaciones. Necesita transporte regular y de calidad con Granada y con la costa. Por otro lado el futuro tren a Motril (si es que alguna vez llega) no puede pasar de largo sin tener parada en el Valle. El actual proyecto presentado por el Puerto de Motril y la Universidad de Granada dejan al Valle fuera de este recorrido. Hay que personarse en los foros donde se trate este tema y tener parte activa en el desarrollo del mismo. Si ese tren se hace algún día, debería tener parada en el Valle para poder estar conectados con el resto de Europa.
Lo anteriormente expuesto, no son más que ideas nacidas de la irrealidad de los sueños, pero cualquier cosa que el hombre haya hecho, alguien la ha tenido que pensar. Estas ideas y cualquiera otras que se planteen, hay que debatirlas y desarrollarlas. Adaptarlas a la realidad. Hacerlas social y económicamente atractivas y como no, buscar la necesaria financiación. Esto es un trabajo de todos. Ayuntamientos, Asociaciones, empresarios, partículares, etc. Lo que se consiga será un logro de todos.

Para mí, todo lo expuesto anteriormente puede ser un sueño, pero muchos sueños así se han desarrollado en otros lugares. Analicemos la realidad para evitar nuestras Debilidades y Amenazas y apoyémosnos en nuestras Fortalezas para aprovechar las Oportunidades que se presentan cada día.





martes, 8 de junio de 2021

Talará industrial

 Corrían los años sesenta. La década de mi niñez. Aquella España, que muchos llaman en blanco y negro, yo la recuerdo llena de niños y alegría. No había casi de nada, pero tampoco hacía falta más. La época de la leche en polvo en las escuelas. Del botijo y las palvas en verano. Del baño en el río o en las albercas y de las rosetas delante de una lumbre en el invierno. No había televisión. Si acaso en alguna radio sonaba Matilde, Perico y Periquín, el Zorro o el diario hablado de Radio Nacional de España. No había agua potable. La electricidad casi era un lujo y muchas de aquellas casas tenían adosado su corral que aliviaba de muchos apretones. Imagino que para nuestros padres, aquella sociedad de casi nada no sería fácil, pero en mis recuerdos sobresale ante todo el bullicio y la alegría de muchos niños corriendo.

Aunque hoy no es mucho más grande, en aquella época Talará era la carretera, la otra calle (en algún momento entendí porqué todos la llamaban la otra calle cuando su nombre era Puentezuelas) y dos calles más, la de Mondujar y la de Chite. Mención especial al barrio de las Eras y al Santo Cristo. Era un pueblo pequeñito, donde yo tenía cierto complejo de poco importante. Mondujar y Murchas tenía su castillo. Chite una iglesia con solera. Beznar sus mosqueteros. Talará solamente era una carretera por donde pasaban pocos coches y donde jugábamos al futbol con dos piedras como portería, hasta que alguien gritaba: "que viene un coche", y todos nos apartábamos. Quiero decir, que este complejo se me quitó cuando aparecieron las termas romanas y comprendí que estos lugares tenían mucha solera. 

Dentro de esta pequeñez, aun me sorprende hoy, cómo un pueblo de estas características tenía su pequeña industria, que si bien no lo hicieron próspero, imagino que algo ayudaría a tirar para adelante en aquellos años de escasez. Que yo recuerde, y sin ánimo de ser exaustivo en la enumeración ni preciso en los nombres de las personas por los años que han pasado, había varias fábricas de aceite. Una fabrica de harina. Una fábrica de fideos. Dos partidoras de almendras. Alguna carpintería y luego, como no, los cines, de verano primero y de invierno luego. Y todo ello sin olvidarme de la Calera donde creo que todavía se fabrican los ladrillos. A estas alturas no sabría situar en el tiempo cual fue la vida de estas empresas.

La fábrica que antes pereció fue la fábrica que fideos. Estaba situada donde luego estuvo la discoteca Pacapaya y ahora se situa el BB+. La recuerdo vagamente de ir con mi padre a comprar algún paquete de fideos para la tienda. Aparte de su existencia, poco más puedo aportar sobre ella. 

Las tres fábricas de aceite que yo recuerdo son la de Alejando en el puente, la de Manolo en la calleja y la de Pepe enfrente de Natalio. Yo solía pasar mucho tiempo en la de la calleja por estar enfrente la casa de mi abuela. Para mí, la extracción del aceite era un proceso mágico. Las aceitunas subiendo por un tornillo sinfin. El ruido de los rulos dando vueltas. La prensa donde se ponía aquella masa pastosa de la que iba goteando el aceite. Un fuego siempre encendido donde se hacían unas magníficas totadas con el aceite que salía de aquellas prensas. Y luego aquella rudimentaria maquinaria compuesta de poleas, cintas y ruedas que terminaban moviendo los tres rulos cónicos que molían las aceitunas. Cuando posteriormente con el paso de los años visité una almazara, la decepción fue tremenda. El proceso había perdido todo su encanto. No era una gran industria, pero sí era una industria donde trabajaban varias personas durante la temporada de aceituna que imagino que algo ayudaría a mejorar los magros ingresos que tendrían aquellas personas.

La fábrica de harina creo que tuvo una vida más larga. También la recuerdo como algo entre mágico e industrial. Había una especie de silo donde los camiones depositaban el trigo. Luego, lo que para mí era el techo de la nave estaba lleno de hierros, ruedas, poleas y cintas en un movimiento continuo con un fuerte ruido cuyo resultado eran tres conductos de madera inclinados donde iba cayendo un flujo continuo de salvao o de harina dependiendo del conducto. Este conducto terminaba en una boca grande y redonda donde Enrique le adosaba un saco hasta que se llenaba. Una vez lleno, lo llevaba a la bascula, lo pesaba y lo cosía con hilo de pita. Todo un proceso que se repetía continuamente mientras los críos nos pesábamos en la bascula de la fábrica. 

Las partidoras de almendra las recuerdo más modernas y tampoco puedo aportar mucho sobre las mismas. Sí recuerdo que había muchas mujeres que trabajaban en ellas. El resto de industria con mejor o peor fortuna por ahí sobrevive. Pero lo que recuerdo con mayor cariño era el cine de verano. Olía a jazmin, a flores y a galán de noche mientras veías la película de Martín Corona o cualquier otra de Marisol o Joselito. Luego cuando terminaba la película  un río de gente llenaba la carretera de vuelta a sus casas bajo el eucalipto que todavía existe al lado de las Casillas y a su altura, en la entrada al Molino Marqués estaba el pilarillo que hacía el agua más fresquita y donde mucha gente paraba a beber después de hartos de las pipas comidas durante la película.

Con el paso del tiempo llama la atención como en aquella época de pocos medios, en un pueblo tan pequeño, se desarrollaran tantas iniciativas de empresa por personas que tuvieron una idea y la pusieron en marcha, que aportaron sus recursos y sus conocimientos para levantar proyectos y que una vez puestos en marcha los supieron gestionar hasta que los tiempos se los llevaron por delante.

Los nuevos tiempos traen nuevas ideas y nuevas oportunidades. Ojala los nietos de aquellas personas que crearon una Talará industrial los imiten en sus iniciativas y desarrollen proyectos acordes con los nuevos tiempos que permitan a la gente de esta tierra vivir y vivir bien.






martes, 31 de marzo de 2020

La buena economía

En mis años de bachillerato tuve la suerte de tener muy buenos profesores. Eran otros tiempos. Mucha exigencia y mucha responsabilidad sin que fuera un mundo plomizo. Lo pasaba bien. El latín y el griego eran asignaturas fuertes. Traducía a César y a Cicerón. De aquella época me queda un regusto clásico que me lleva a sentirme tremendamente atraído por los romanos y los griegos, cuna y fundamento de nuestra civilización. El profesor de griego nos machacaba con las etimologías y por culpa suya me ha quedado la manía de buscar cuál es el origen de las palabras. Siempre que puedo y sé, rebusco la palabra latina o griega de donde pueda proceder la palabra de nuestro vocabulario.

La verdad es que la etimología nos ayuda muchas veces a comprender de una forma sencilla el significado de las palabras. Por eso la traigo a colación con la palabra economía. La economía nos suena a algo inalcanzable, complejo. Sólo al alcance de sesudos señores, economistas, que escriben y hablan para ser entendidos por una élite que se mueve en el centro de los negocios o de la política. y además tienen la mala costumbre de soltar anglicismos a diestro y siniestro para hacerse menos inteligibles y con ello más cercanos al Olimpo. No les hagamos caso. Esto es mucho más simple de lo que parece. ¿De dónde procede la palabra economía? Si la buscamos en un diccionario, aunque esto ya está en desuso desde hace muchos años y quizá lo más rápido sea preguntarle al Guguel, veremos que procede de las palabras Oikos y Nomos. La palabra Oikos en griego, significa casa. La unidad familiar sobre la que se asentaba la sociedad en las ciudades estado griegas. Y nomos eran las reglas escritas y no escritas que regían la actuación de la sociedad. La palabra economía significa, por tanto, gobierno o administración de la casa. Si somos capaces de administrar nuestra casa, somos entendidos en economía. Hoy día la economía se ha convertido en una ciencia sesuda, difícil, complicada. Yo diría que casi odiosa porque se ha abstraído de la gente normal para situarse en una élite de la que rara vez entendemos su utilidad, cuando en realidad todo es tremendamente sencillo. Lo único que tenemos que observar es cómo se administra una casa en sus variables más corrientes: ingresos y gastos, inversión y financiación. Cómo se potencian los ingresos (si se puede) y cómo se controlan los gastos (si te dejan). Cómo se decide si compras una casa y cuánta hipoteca vas a pedir, o cómo conseguimos una tarjeta de crédito para llegar a fin de mes. La administración de una casa no es difícil pero sí requiere de la toma de decisiones continuas, la mayoría de las veces, de pequeño calado que afectan poco al monedero y a la cuenta corriente y en alguna otra ocasión, decisiones complejas que te afectan de una forma significativa para la mayor parte de la vida (véase la compra de la vivienda). La gran mayoría de las familias administran de una forma ordenada su pequeño o gran patrimonio. Normalmente y salvo en contadas ocasiones, nadie gasta más de lo que ingresa y si se endeuda tiene previsto perfectamente cómo pagará las cuotas de su préstamo. Siempre que se puede, que no siempre se puede, las familias procuran ahorrar una parte de los ingresos, bien para imprevistos, que siempre se presentan, bien para futuras inversiones o gastos que a ciencia cierta saben que van a llegar. Quitando casos y momentos excepcionales, como la crisis de 2008 en el que el endeudamiento de familias y empresas fue muy elevado por la orgía de liquidez que llevaron a cabo los bancos centrales, las familias no se meten en más de lo que pueden. Si pueden salir a cenar, salen y si no se toman una cerveza con una tapita y a casa. Si pueden ir de vacaciones al Caribe, se van al Caribe y si no se van al pueblo a recordar viejos tiempos y a bañarse en el río. Si el hijo puede ir a estudiar a Londres, sin duda que irá a Londres y si no irá a la Universidad más cercana que también será excelente.  La inversión de su vida que es la vivienda, se hace dando muchas vueltas a cómo se pagará el préstamo y si no, para eso está el banco que seguro se lo va a pedir. Y todo lo anterior sin duda está limitado por un techo de gasto que es el sueldo o los ingresos que entren en la casa. Algunas familias, las más ordenadas, hacen hasta su presupuesto por escrito: cuánto ingreso, cuánto gasto, cuánto invierto y cuánto ahorro.

Bien, pues esto que es tan entendible cuando nos movemos en el ámbito familiar y privado se nos complica terriblemente cuando nos vamos al ámbito nacional y público. Ahí parece que nos metemos en una maraña de vocablos y conceptos que hacen imposible que el ciudadano de a pié consiga entender cómo se mueven y administran los números de la Provincia, Autonomía o Estado. Si hacemos abstracción del volumen de las cifras y de la gran cantidad de conceptos, la gestión del ámbito público no difiere gran cosas de la del ámbito familiar. Todo se reduce a saber cuánto puedo ingresar y cómo y dónde lo voy a gastar, o sea, la realización de los Presupuestos Generales, pieza fundamental en la administración de cualquier Estado. Complejidades aparte, todo se reduce a saber qué ingreso y qué gasto, lo que pasa es que en función de la política a desarrollar se pone antes el gasto que el ingreso o al revés.  En la economía familiar está claro cómo se hace. Tenemos unos ingresos y miramos cómo los podemos gastar de la forma más provechosa y eficiente. En el ámbito público no está tan claro. Es más, en la mayoría de las ocasiones se decide antes lo que se quiere gastar y luego se mira a quién sablear para conseguir los recursos necesarios.

Los ingresos. El dinero de que dispone el Estado proviene fundamentalmente de los impuestos en todas su variedades. Directos, indirectos y circunstanciales. Así como en el ámbito familiar los ingresos normalmente están claros, la nómina de fin de mes. En el ámbito público no siempre es así ya que dependen de muchas variables y circunstancias, dándose con frecuencia el caso de tener unos gestores largamente optimistas en la previsión de esos ingresos. Lo que nos lleva al problema de tener unos gastos que son reales y unos ingresos previstos que no siempre se alcanzan. Como decía un jefe que tuve, lo que hay en la cesta es pescado, lo demás son peces y esto hay que tenerlo en cuenta. Luego, hay un error de bulto con el que topamos con frecuencia a la hora de la política y es no valorar el origen del dinero. Si, tal como decía una señora ministra, el dinero público no es de nadie, tendemos a pensar que es infinito y que los recursos del Estado son ilimitados. A partir de ahí todo se convierte en un sin sentido. Si el dinero público es infinito también vamos a pensar que los gastos pueden ser infinitos. No hay que perder de vista, como he oído esta mañana en la radio, que todo el dinero público, antes de ser público fue privado.

Los gastos. Se trata de decidir si nos vamos a Cancum de vacaciones o compramos comida para el perro. Si nos pagamos un seguro médico o alquilamos una casa en la playa. Si hacemos un hospital, llevamos el Ave a la puerta de casa o mantenemos cuatrocientos mil políticos con sus sueldos y todo. Eso sí, si compramos el iphone, no podremos salir a cenar los próximos tres meses. Si hacemos un aeropuerto en cada ciudad a lo mejor no llega para mascarillas y hay que recortar en sanidad o educación. En la economía familiar definir el gasto no es nada complejo ya que los intereses son muy parecidos y si hay discrepancias alguien lo soluciona. La hija le puede decir al padre que le ha recortado el presupuesto en ropa, pero la protesta no pasa de ahí porque todos saben perfectamente que hay que comprar una lavadora nueva. En la economía nacional esto se complica un poco porque nadie entiende que no hagan la autovía hasta su provincia cuando todas las provincias de alrededor la tienen. Nadie entiende que no hagan el instituto del pueblo cuando sí hay un presupuesto para el Ejército. Nadie entiende que haya que bajar los gastos cuando  bajan los ingresos porque todo se diluye en una maraña gigante de partidas presupuestarias y presiones para conseguir una parte de la tarta. Y nadie entiende que de algún sitio hay que recortar cuando la tarta se hace más pequeña.

El déficit. Cuando se presupuestan más gastos que ingresos se genera un déficit en el presupuesto. Esto en la economía familiar tiene un nombre: préstamo. Y en la economía pública también. Si se gasta más de lo que se ingresa hay que pedir que alguna persona o institución te preste lo que falta. Alguien tiene que poner el dinero. Pedir un préstamo un año, no es ni bueno ni malo; depende. Casi todas las familias han acudido a la financiación en algún momento de su vida. La compra de un ordenador en la que aplazas las cuotas doce meses. La financiación del coche. La hipoteca para la vivienda. Las vacaciones del año que las pagas en seis meses. El problema se plantea cuando el déficit es crónico y todos los años tienes que endeudarte para pagar lo que estás gastando. En algún momento hay que parar y pagar la deuda a fuerza de ingresar más o gastar menos. La financiación tiene un efecto perverso y es que viene genial cuando la recibes pero en los años posteriores hay una parte de tu presupuesto que se volatiliza en forma de intereses sin aportar ningún beneficio a la comunidad. En el ámbito público, el déficit acumulado genera una bola que se remansa en la deuda del estado. Esta deuda crece y crece y crece hasta la pagas o quiebra la economía. En una administración prudente lo lógico es endeudarse en los años que se ingresa poco y pagar esa deuda en los años buenos. Siempre es necesario tener capacidad para endeudarse. ¿Qué pasó en 2008? Que había una gran cantidad de familias que destinaban a pagar préstamos más de la mitad de sus ingresos. Cuando disminuyeron los ingresos ya no quedó dinero para pagar los préstamos y seguir viviendo y vino el colapso de la economía. También había muchos Estados en la misma circunstancia. La actividad económica se paró. Disminuyeron los ingresos y hubo que acudir a más financiación. ¿Problema? que ya no había más capacidad para pedir préstamos en circunstancias aceptables y tuvieron de acudir al rescate para seguir subsistiendo. (El rescate no es más que un modo de financiación en el que las condiciones, normalmente muy exigentes, las pone el que presta el dinero y además controla los ingresos y los gastos para asegurarse de que cobrará su préstamo)

En España todo el mundo nos quejamos de los recortes, pero se ve que no han sido suficientes cuando todos los años tenemos déficit acumulado y la deuda en vez de disminuir sigue y sigue aumentando. Ahora, ante una catástrofe como la que estamos viviendo, tenemos una capacidad muy limitada de endeudamiento. O nos salva el BCE comprando nuestra deuda o rescate a la vista.

Es una pena que la economía, tan entendible en el ámbito familiar, se complique o la compliquen tanto cuando de dineros públicos se trata.